jueves, 21 de julio de 2011


Vive la vida y deja de preocuparte de si llegas tarde, o te despeinas o te mojas. Ríete hasta que te duela el estómago y cómete todas las tarrinas de helado de la ciudad con tus amigas mientras hablás del chico que te está volviendo loca, y déjate enamorar por él, si te sonríe te derrites y sino pues le sonríes tú. Baila con tacones hasta que te maten los pies y acabes descalza, pero no te quedes con las ganas de haber roto la pista de baile. Grita por el balcón para que todo el mundo se entere de que gritas, píntate las uñas del color que te dé la gana, vístete como te guste, y deja de dar explicaciones, porque nadie te las va a dar a ti. Haz una lista de deseos y cúmplelos uno a uno, y ve tachándolos, o sino improvisa. Haz todo lo que te gusta hacer, porque no sabes cuánto tiempo serás tan libre, y créeme, nunca lo serás tanto como cuando tienes diecisiete años.

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